skip to main |
skip to sidebar
EN EL REINO DE LOS DRAGONES
El pequeño Charles Darwin no era un alumno aplicado.
Sus padres estaban desesperados. El niño ocupaba todo su tiempo
y gastaba todas sus energías estudiando la naturaleza.
No tardó en llenar su casa con colecciones de plantas, conchas e insectos.
Su afición se convirtió en su profesión: fue naturalista, es decir,
un sabio que estudia los animales y las plantas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario